DEL MUNDO FÍCTICO O SU OPORTUNIDAD FICCIONAL

Asistimos al final de los tiempos predecibles en la razón. Nos auto conjeturamos adheridos al temporal elemento de las ideas. Y así nos apresuramos por mirar más arriba del límite, que renaciente supone la apertura vertical del próximo descenso observable. En la vertiente longo y ecuánime del lustre finísimo de la superficie de las connotaciones, se apresuran las resistentes ramificaciones del poder abstraído en la conmensurabilidad funcional y requisitiva. A un lado inferior y decaído de mi premisa esta la prolongación de sus consecuencias afinadas por la realidad acomodaticia que prevé y pre ve a la vez que repite. No hay consideración acerca de sus significados civilizatorios, pues es desde la suposición abstracta de los límites esfumados desde donde el umbral persiste. Si contamos con el absoluto transcurrir de un total absoluto fijado en el sensorial deambular del todo, percatamos quietud espacial por falta de límites posibles para la conjetura de una sumatoria de los posibles rivales de la verdad. Como si de alusiones que los ecos en las distancias hicieren para remediar los males de la voluntad, así es de sensato el quehacer de las primicias aleatorias de un practico certamen, inigualado e inolvidable. A la hora feroz. RC